Buenos Aires, 12 jun (EFE).- El nuevo canciller argentino, Jorge Marcelo Faurie, prestó hoy juramento del cargo, en sustitución de Susana Malcorra, con la promesa de "trabajar" por el país y con varios desafíos diplomáticos por delante.

Faurie prestó juramento en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, en una ceremonia encabezada por el presidente argentino, Mauricio Macri, quien, en tono distendido, preguntó al flamante ministro por el origen de su segundo nombre.

"Marcelo quiere decir el que trabaja la tierra. Así que a eso vengo: a trabajar", aseguró Faurie, designado por Macri canciller en sustitución de Malcorra, quien renunció al cargo a finales de mayo por motivos familiares.

En el acto, Macri destacó la "trayectoria" de Faurie y el "apoyo" de la diplomacia argentina a su nombramiento.

Hizo hincapié en los "desafíos" de Argentina para sumarse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la integración del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la negociación del bloque con la Unión Europea.

"En un mundo lleno de dudas y de conflictos, Argentina se presenta hoy como una oportunidad. Lo importante es que dejemos de ser una oportunidad para ser una realidad. Ese es el desafío que tenemos por delante", afirmó.

Faurie, de 65 años, es el primer diplomático de carrera que encabeza el Ministerio de Exteriores desde el retorno de Argentina a la democracia en 1983, salvo un breve cargo interino en 1989.

Abogado, Faurie se graduó en 1976 en el Instituto del Servicio Exterior de Argentina y, entre otros cargos, ha sido director de ceremonial de la Cancillería durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999), vicecanciller en 2002 en el mandato de Eduardo Duhalde y embajador en Portugal y en Francia.