Madrid, 23 feb .- El Bachillerato Internacional (IB) llegó en los años 70 a algún colegio privado pero hoy ya casi 100 centros, incluidos también públicos y concertados, apuestan por este método educativo que busca esencialmente formar a los alumnos en un alto grado de motivación y fomentarles el respeto intercultural.

Según datos de la Organización del Bachillerato Internacional (IBO), fundación educativa creada en 1968 y con sede en Ginebra, hay más de 4.500 colegios en 147 países impartiendo programas de IB a más de 1.130.000 alumnos con el objetivo de convertirlos en "ciudadanos del mundo".

El IES Príncipe Felipe de Madrid (público) es uno de los más recientes en convertirse en un centro con IB -hay otros 42 en proceso-, un modelo que está presente en todas las comunidades excepto en Extremadura y las ciudades de Ceuta y Melilla.

Llegar a ofrecer este tipo de cursos requiere de "un largo y exigente proceso", afirma el director del citado instituto madrileño, José Guerrero, que explica que, por ejemplo, han tenido que adaptar las instalaciones para acoger una enseñanza basada en la investigación.

La directora regional para Iberia de IBO, Maripé Menéndez, señala a Efe que el Bachillerato Internacional tiene cuatro pilares: "se centra en el alumno, desarrolla enfoques de enseñanza y aprendizaje eficaces, tiene lugar dentro de contexto globales y explora contenidos significativos".

"Nuestros alumnos deben desarrollar habilidades de pensamiento superior", es decir, "acceso a la información, contraste, síntesis, análisis y pensamiento crítico", continúa Menéndez.

"De nada me vale saber de memoria fechas de una guerra si no sé analizar un conflicto bélico", enfatiza.

Se calcula que el 25 % de los estudiantes que han realizado un IB se van después fuera a realizar sus estudios universitarios, según Guerrero.

El IES Príncipe Felipe ofrecerá 50 plazas cada año para este bachillerato, después de que el proceso para incorporarlo empezara en 2013, pidiendo las oportunas autorizaciones a la Consejería de Educación de Madrid y ante la IBO.

El Bachillerato Internacional desarrolla cuatro programas: en Primaria (3-12 años), en años intermedios (12-16 años), el Programa de Diploma (16-19 años) y el Certificado de Estudios de Orientación Profesional (16-19 años).

El centro madrileño incluye el Programa de Diploma y para conseguirlo tuvo que recibir la visita de técnicos llegados de La Haya y Washington, y otros observadores.

Durante dos días mantuvieron entrevistas con el equipo docente, con padres y alumnos; visitaron las instalaciones, revisaron documentación y asistieron a diversas clases de cuarto de ESO.

Recibió la verificación final el pasado noviembre, añade Guerrero.

En los centros españoles se cursan simultáneamente el Bachillerato de la actual ley, la Lomce, y el Programa de Diploma, por lo que para los alumnos es "aconsejable" un nivel académico alto y elevada dedicación y esfuerzo, subraya el director del IES Príncipe Felipe.

Dado que la demanda suele ser muy superior a la oferta, la nota media con la que los estudiantes entran en el IB supera habitualmente el 9.

No existe un nivel de inglés mínimo establecido, pero tratándose de alumnos brillantes, suele estar en el entorno del Advanced o que sean bilingües.

Los alumnos obtienen el título de bachillerato español y el diploma IB (reconocido en las mejores universidades del mundo como Oxford, Cambridge o la Sorbona) y, en general, estos estudiantes sacan notas más elevadas en la prueba de acceso a la universidad que el resto de su centro.

Un informe del Grupo de Investigación de Política Educativa Supranacional de la Universidad Autónoma de Madrid sobre el impacto del programa IB en centros públicos en España concluye que es positivo para el clima escolar, tanto dentro del aula como en el conjunto del centro.

También tiene un impacto positivo sobre el desarrollo competencial de los estudiantes, con una adecuada combinación de habilidades, conocimientos y actitudes que los prepara especialmente bien para la vida.

Los docentes, por su lado, manifiestan trabajar con una motivación renovada y son más exigentes con su propia formación, según el estudio. (EFE)