Sitges (Barcelona), 26 may (EFE).- Los responsables de grandes compañías como Gestamp, El Corte Inglés y CaixaBank han relativizado la amenaza para ellos del gigante tecnológico Amazon y se han mostrado seguros de poder plantarle cara, aunque han echado de menos un mayor control sobre esta firma.

Las estrategias empresariales diseñadas por las tres compañías en estos tiempos de digitalización e irrupción de nuevas tecnologías ha centrado una de las mesas redondas celebradas en el marco de la XXXIII reunión del Círculo de Economía.

El presidente y CEO de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, ha sido el que se ha mostrado más convencido de la capacidad de su compañía para competir con Amazon, pese a que ambos se mueven en el ámbito del comercio.

"La experiencia física que nosotros ofrecemos no la va a poder dar Amazon. Además, nuestra capilaridad nos permite estar en muy pocos minutos cerca de cualquier ciudadano. Si conseguimos que nuestros almacenes y tiendas se conviertan también en almacenes y surtan de mercancías, conseguiremos plazos de entrega que difícilmente este competidor podrá tener", ha asegurado.

El primer directivo de El Corte Inglés ha lamentado la dificultad de competir con agentes como Amazon, "que no pagan impuestos en el país que operan", por lo que considera clave que "el mundo digital y el físico se acerquen" en este ámbito.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha expuesto también sus fortalezas y ha presumido de que la entidad bancaria tuvo una "afectación cero" en el último ciberataque porque, ha dicho, "invertimos en seguridad".

Sin embargo, ha admitido que en caso de que Amazon decidiera entrar en el sector bancario podría representar una competencia, "ya que cuentan con un gran base de clientes y tienen reputación".

El presidente de Gestamp, Francisco J. Riberas, se ha mostrado muy alejado de visiones empresariales como la de Amazon y ha subrayado que su estrategia pasa por la excelencia en su ámbito sin intentar entrar en otros negocios.

El máximo responsable del grupo español de componentes de automoción ha centrado su intervención en los retos en el ámbito de las nuevas tecnologías y ha previsto una "tormenta perfecta" porque los fabricantes de vehículos se ven obligados a liderar la innovación y continuar haciendo negocio.

Los avances en el vehículo conectado, la conducción autónoma y la irrupción de nuevos modelos de negocio como el del coche compartido son algunos de los elementos que generan esa situación de "tormenta perfecta", ha explicado.

El directivo del grupo, que factura 7.500 millones al año, ha destacado que el crecimiento vertiginoso de la compañía, que ha pasado de moverse en un ámbito local a tener cien fábricas en todo el mundo, hace que su principal preocupación hoy sea "no fallar" a sus clientes y mantener un nivel de "excelencia".