Fátima (Portugal), 13 may (EFE).- El papa proclamó santos en una ceremonia en el santuario de Fátima a los dos hermanos pastores Jacinta y Francisco, a quienes junto con su prima Lucía se les apareció la Virgen un 13 de mayo de hace cien años.

La jornada del papa comenzó con una reunión en privado con el primer ministro portugués, António Costa, quien acudió a visitarle en la Casa de Nuestra Señora de Carmo, donde Francisco pasó la noche al igual que sus antecesores cuando visitaron el santuario.

Después fue a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y allí saludará a un sacerdote, el más anciano de Portugal, con 104 años, y que ha vivido toda la historia del santuario, y rezó en la tumba de los beatos Francisco y Jacinta, que murieron con 9 y 10 años.

En el exterior, Francisco celebró la misa en la que canonizó a los dos hermanos y a la que asistió junto con su padres Lucas Baptista, de 9 años, quien sufrió una grave lesión cerebral al caer por una ventana en marzo de 2013, cuando tenía 5 años, y que se curó "milagrosamente" gracias a su intercesión.

Esta fue la curación "milagrosa" elegida para poder santificar a los pastorcillos, mientras que el proceso de beatificación de sor Lucía, que murió en 2005, sigue su curso.

Francisco y Jacinta se convierten así los primeros santos niños que llegan a los altares de la Iglesia al haber obrado dos milagros (el de la beatificación y el de la canonización) y no por ser considerados "mártires".

Pero además es la primera vez que se produce una canonización en Portugal, ya que estas ceremonias se celebran en la basílica de San Pedro.

Tras la misa se llevó a cabo la bendición de los enfermos y el papa les dirigió un discurso.

Después de almorzar con los obispos portugueses el papa Francisco regresó a la explanada del santuario para realizar un último recorrido en papamóvil entre los fieles y desde allí se dirigió al aeropuerto para regresar a Roma tras haber pasado 24 horas en Fátima.