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MARRUECOS

El líder de las protestas rifeñas reclama la intervención del rey de Marruecos

El líder de las protestas en la ciudad rifeña de Alhucemas (norte de Marruecos), Naser Zafzafi, reclama la intervención del rey Mohamed VI para responder a las demandas de los habitantes de esa zona, que vive desde hace siete meses en medio de tensión y manifestaciones.

El líder de las protestas rifeñas reclama la intervención del rey de Marruecos
El líder de las protestas rifeñas Naser Zafzafi
El líder de las protestas rifeñas reclama la intervención del rey de Marruecos

Alhucemas (Marruecos), 25 may (EFE).- El líder de las protestas en la ciudad rifeña de Alhucemas (norte de Marruecos), Naser Zafzafi, reclama la intervención del rey Mohamed VI para responder a las demandas de los habitantes de esa zona, que vive desde hace siete meses en medio de tensión y manifestaciones.

"Cuando pedimos diálogo nos dirigimos al rey directamente porque es él quien tiene, como jefe de Estado, todas las competencias para nombrar a las personas que pueden negociar con nosotros", precisó, en una entrevista concedida a Efe, el líder de las protestas rifeñas conocidas como "Hirak al Shaabi" (Movimiento Popular).

Para empezar el diálogo, Zafzafi, de 37 años, pide la retirada de las fuerzas de seguridad y militares desplegadas en la ciudad de Alhucemas y su periferia en los últimos meses, además de la liberación de diez jóvenes detenidos en manifestaciones anteriores.

Al igual que gran parte de la población de la zona de Alhucemas, Zafzafi asegura haber perdido confianza en los consejos locales (ayuntamientos) y en el gobierno central, y ve necesario que el rey responda personalmente a sus demandas.

Cada vez que una delegación gubernamental central visita Alhucemas para intentar zanjar la crisis, Zafzafi sale a continuación para tacharlos de interlocutores no válidos porque son "parte del problema y no de la solución".

Zafzafi, en la actualidad desempleado, goza de la simpatía de una gran parte de la comunidad rifeña en Marruecos y en el extranjero debido a sus discursos incendiarios y a su lenguaje sencillo y directo, en el que mezcla el árabe con el rifeño.

Desde hace siete meses, la zona del Rif vive en un ambiente de tensión y manifestaciones, que comenzó en octubre pasado cuando un vendedor de pescado, Mohcin Fikri, de 31 años, murió aplastado dentro de un camión de basura después de que la policía confiscara su mercancía.

"No sabemos exactamente las intenciones del Estado, pero es obvio que el 'majzen' (nombre tradicional del sistema marroquí) todavía tiene rencor hacía esta zona y se está vengando de la población rifeña y de su historia, porque los rifeños no quisieron someterse a su política corrupta", manifestó.

Para el activista, la población del Rif sigue el camino trazado por sus abuelos y "la valentía que tienen los rifeños para enfrentarse a la política del majzen no les ha venido de la nada, sino que tiene sus raíces en el pasado", y destacó la lucha militar y política de Abdelkrim el Jatabi contra el colonialismo español y a favor de la democracia.

"Tenemos apego a nuestra historia, y es de donde aprendemos las lecciones para avanzar: la persona, cuando se desvincule de su historia, fracasará en sus objetivos de futuro", opinó el activista, con un lenguaje inusual para alguien que nunca llegó a la universidad.

Zafzafi destacó que, pese a sus diferencias ideológicas y sociales, gran parte de los rifeños se sienten identificados con el Movimiento Popular porque lo ven "fuerte y honesto".

Además, recalcó el carácter pacífico del movimiento, su independencia, la participación de la mujer y el uso de un lenguaje sencillo por sus líderes, que entienden a todas las categorías de la sociedad.

Zafzafi insistió en que su movimiento no es "separatista" sino que lucha por reivindicaciones sociales, económicas y culturales, y para pedir la abolición de un decreto real emitido a finales de los años cincuenta que considera la región del Rif zona militar, aunque el gobierno asegura que ese decreto ya no existe.

Con respecto a las acusaciones de las autoridades marroquíes, recalcó que su grupo no tiene "ningún apoyo financiero, desde dentro o fuera" del país, y que cada activista paga sus propios gastos.

Puso como ejemplo los taxis de la ciudad, que trabajan gratis para transportar a los participantes durante los días de protesta.

El activista rifeño subrayó que el Movimiento trata de extender las protestas a la región vecina de Nador, pero "desgraciadamente el majzen consiguió vaciar esa urbe de una gran parte de su población auténtica" rifeña, además de llenarla de "matones" encargados de acallar cualquier protesta.

Zafzafi amenazó con recurrir a una escalada en las protestas, si el Estado no responde, y reveló que está preparando una protesta multitudinaria para el 20 de julio como respuesta en el caso de que el Estado rechace sus reivindicaciones, fundamentalmente sociales, relativas a hospitales, universidades o empleos.