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LITERATURA

Sonsoles Ónega: "Esta historia de amor supera incluso a la ficción"

La periodista y escritora madrileña Sonsoles Ónega, que ha estado promocionando en Galicia su última novela "Después del amor" (Planeta), ha contado que es una historia de amor basada en hechos reales, en la que los acontecimientos superan a la ficción.

Sonsoles Ónega: "Esta historia de amor supera incluso a la ficción"
La periodista madrileña Sonsoles Ónega
Sonsoles Ónega: "Esta historia de amor supera incluso a la ficción"

Santiago de Compostela, 2 jul (EFE).- La periodista y escritora madrileña Sonsoles Ónega, que ha estado promocionando en Galicia su última novela "Después del amor" (Planeta), ha contado que es una historia de amor basada en hechos reales, en la que los acontecimientos superan a la ficción.

Emplazada en los primeros compases de la II República Española, la obra relata cómo un cruce de miradas, en un vagón de tren del itinerario Barcelona-La Garriga, cambia para siempre la vida de sus protagonistas, Carmen Trilla, una mujer de la burguesía catalana atrapada en un matrimonio infeliz, y la del capitán del ejército Federico Escofet.

Dos personas que desde la clandestinidad tejieron una historia de amor al margen de las habladurías y que ni siquiera la guerra civil lograría destruir.

"Con esta historia de amor espero que los lectores se puedan adentrar en el papel de los protagonistas, que consigan meterse en sus casas e incluso pasear por las calles de la Barcelona de los años 30", comenta Ónega en una entrevista con Efe, y además añade que esta historia la ha puesto "muchas veces al borde del precipicio", en alusión a las duras decisiones que se vieron obligados a adoptar ambos amantes para mantener su relación.

No en vano, hasta la publicación de esta novela, el relato que aporta la escritora madrileña ha permanecido oculto durante más de ochenta años y, su aparición, emerge del interés de las hijas de Trilla por contarle la historia de amor que había vivido su madre a la periodista.

"En un primer momento me resistí", afirma la autora, "pues acababa de entregar otra novela"; no obstante, "cuando me contaron la historia tuve la convicción de que debía escribirla".

De esta forma, y de la mano de fuentes directas, la escritora comenzó a confeccionar una novela en la que se proyecta una "dura historia de amor", en la que una "mujer de la burguesía catalana, programada para tener hijos y acompañar a su marido" decide abandonarlo todo y someterse al dictado de su corazón.

"Carmen Trilla era una mujer adelantada a su época, se despojó del mundo de las apariencias en el que le había tocado vivir... e incluso rompería con la barrera de clases", en alusión a la estrecha relación que mantenía con su criada y confidente; todas las contadas, circunstancias muy distintas a la forma de actuar habitual de sus contemporáneas, asevera Ónega.

Sin embargo, una historia de amor siempre necesita, al menos, de dos integrantes, y si las informaciones sobre Carmen Trilla habían llegado de forma inesperada y casi como un regalo, para documentarse sobre Federico Escofet, la periodista contó con la colaboración de su biógrafo oficial, el catalán Xavier Febrés, quien puso a su disposición "cuatro folios mecanografiados, dictados por el propio Escofet, en los que relataba su historia de amor", una relación oculta y que pertenece a la trastienda de la historia del país.

La autora comenta que Escofet "era un Don Juan que acaparaba las miradas en los salones de la sociedad a la que pertenecía", un hombre al que "la política pesaba mucho", y también matiza que este aspecto "moldearía la idas y venidas" de su relación.

Profundizando en los personajes y, evitando caer en una visión simplista sobre los mismos, la escritora argumenta que "hay un rasgo que los define a los dos: ella se divorcia tras aprobarse la Ley de Divorcio, pero él nunca lo hará", y, de esta forma, aclara, "se observan las dos formas con las que un hombre y una mujer asumen la misma historia de amor".

En este sentido, se puede entrever que las presiones sociales, la iglesia y los restantes poderes fácticos de la época jugaban un papel determinante a la hora de anquilosar los matrimonios, aunque estos fueran un absoluto fracaso.

"Durante los primeros años en los que estuvo vigente la Ley, solo se registraron unos pocos miles de divorcios y separaciones, en su gran mayoría, presentados por mujeres", explicita.

Asimismo, la influencia que ejercían los maridos sobre sus mujeres jugaba un papel determinante a la hora de adoptar la dolorosa decisión de la ruptura sentimental, de hecho Ónega remite a los debates parlamentarios entre Campoamor y Kent en torno al voto femenino para ejemplificar esta situación.

"Victoria Kent alertaba de hasta qué punto los hombres iban a tratar de ejercer su poder sobre las mujeres para tratar el sentido del voto".

Sin duda, el contexto social en el que se ubica la novela y, sobre todo, la relación al margen de la sociedad, entre Carmen y Federico, representan buenas bases para plasmar sobre el papel este romance pero, con todo, consultada la autora acerca de las dosis de ficción que le ha incorporado a la novela, contesta que "hay ficción a la hora de perfilar a los personajes", pero a la vez que indica, de un modo metafórico, que "el itinerario de la historia de amor es real y en cada estación entra la ficción".

En otro orden de cosas, ante la gran capacidad visual de la novela, el contexto histórico en el que transcurre y, por encima de todo, la apasionante historia de amor oculta sobre la que pivota su obra, preguntada Ónega por si se ha planteado su posible traslado a la gran pantalla, responde: "Eso no me corresponde a mí, yo no sé escribir guiones", a la par que confirma que "las personas que trabajamos en televisión solemos escribir de forma secuencial, como si estuviésemos viendo imágenes", en relación a la capacidad visual de muchos de sus pasajes.

Con "Después del amor", la periodista madrileña ha conseguido hacerse con el XXII Premio Fernando de Lara, un galardón que "representa una enorme responsabilidad" y que provoca "cierto vértigo", porque para Ónega "los lectores son los que mandan" y quienes tendrán que "apoyarla y considerar si ha valido la pena no solo el premio, sino sobre todo leerla".

De este modo, y con cierto pudor, apunta que hasta el momento "todas las críticas recibidas son buenas" y que "todavía es pronto para hacer valoraciones", añadiendo que su interés reside en el "poso de los lectores".

A modo de conclusión, Sonsoles Ónega indica que durante las siguientes fechas continuará promocionando la novela en el tiempo libre del que dispone, más allá de su actividad profesional, como reportera parlamentaria para los informativos de la cadena Telecinco, una actividad que le aporta "mucha gasolina para la literatura".

Así, afirma que seguirá reflexionando sobre su próximo proyecto literario porque "cosas escritas hay, pero si son publicables o no, no lo sé".

Ángel Castro